Aprendizaje por Experimentación
Los niños que siguen nuestro método aprenden a memorizar y a reproducir ritmos y melodías, gracias a la escucha, sin necesidad de aprender los fundamentos teóricos del lenguaje musical. Los procesos cognitivos naturales del cerebro son los que hacen que el alumno llegue a la comprensión necesaria de cada elemento que va interviniendo en el proceso musical. El juego con la memoria genera una gran capacidad de concentración y esto repercute directamente en su trabajo escolar, a menudo basado en esta capacidad.
A través del aprendizaje por experimentación las personas retenemos cognitivamente (y a largo plazo) un 20% de lo que oímos, un 40% de lo que vemos y un 80% de lo que experimentamos, es decir, aquello que vivimos de manera práctica es lo que más nos sirve y lo que trasladamos en el tiempo como conocimiento aplicado.
Esta influencia nos llega del pedagogo y músico Zoltan Kodaly, quién dice “la música no se entiende como entidad abstracta (solfeo), sino vinculada a los elementos que la producen (voz e instrumento)».
«…La música es una parte indispensable de la cultura humana universal.»